En el cementerio de Molinos se conservan todavía dos fosas comunes. La que se menciona aquí está formada en su conjunto por un total de 15 sepulturas individuales que en un pequeño recuadro del cementerio municipal contienen los restos de otros tantos hombres asesinados por los republicanos en dos matanzas consecutivas que tuvieron lugar los días 26 y 28 de agosto de 1936. Uno de ellos, Manuel Monfil Blasco, fue abatido cerca de Berge, junto a una granja de la partida conocida como “El Monegrillo” y sus restos fueron exhumados y trasladados después de la guerra. Sólo cinco de las tumbas presentan lápidas identificativas, el resto de las sepulturas son perfectamente distinguibles por los túmulos que las identifican, pero los nombres de los fallecidos nunca fueron colocados o se han perdido con el paso del tiempo.

Otras víctimas de la represión ejercida por los republicanos: En total los vecinos de Molinos asesinados por los republicanos fueron 17. Aparte de los ya mencionados también murieron José María Aguilar Pastor, José Alquézar Aguilar, Antonio Andrés López, José Gresa López, Julián Guillén Aguilar, Miguel Herrera Arpi, Francisco Herrera Palomar, Francisco Mateo Morfil, José Moles Andrés, Pablo Palomar Esteban y Jaime Pascual Burillo.

Otras víctimas de la represión ejercida por los sublevados: Las represalias de los rebeldes se cobraron las vidas de varios vecinos de Molinos: José Ejarque Calderete y Julio Ferrer Miralios fueron fusilados en Zaragoza el 6 de noviembre de 1939; José Gracia Adán moriría en esa ciudad en octubre de 1940.

Otras víctimas de la guerra en la localidad: Durante la guerra dos jóvenes llamados Antonio Herrera Arpi y Santiago Laplaza Pastor murieron en combate junto a los rebeldes. Nada sabemos de los fallecidos junto a los republicanos.